jueves, 26 de junio de 2008

Angina de pecho

El término «angina de pecho» viene del latín «angor pectoris» y significa «estrangulamiento en el pecho». Los pacientes que sufren de angina de pecho a menudo dicen sentir una sensación de asfixia, o presión o ardor en el pecho, pero un episodio de angina no es un ataque cardíaco.
El dolor a menudo aparece tras un esfuerzo físico. A diferencia de un ataque al corazón, el músculo cardíaco no sufre un daño permanente y el dolor generalmente desaparece con el reposo.

¿Cuál es la causa de la angina de pecho?
La angina es el dolor que se manifiesta cuando una arteria coronaria enferma (las arterias coronarias son los vasos sanguíneos que riegan el corazón) no puede suministrar suficiente sangre a una parte del músculo cardíaco para satisfacer su necesidad de oxígeno.
El aporte deficiente de sangre rica en oxígeno al corazón se denomina «isquemia». La angina generalmente se produce cuando el corazón tiene una mayor necesidad de sangre rica en oxígeno, por ejemplo, durante el ejercicio físico. Otras causas de angina de pecho son las emociones fuertes, las temperaturas extremas, las comidas pesadas, el alcohol y el tabaco.

Los ataques de angina en los hombres generalmente se producen después de los 30 años de edad y casi siempre son ocasionados por una enfermedad arterial coronaria (EAC).
En las mujeres, la angina suele aparecer a mayor edad y puede ser causada por muchos factores diferentes. Aparte de la EAC, la angina puede ser causada por el estrechamiento de la válvula aórtica en el corazón (estenosis aórtica), un nivel bajo de glóbulos rojos en la corriente sanguínea (anemia) o una glándula tiroides hiperactiva (hipertiroidismo).

¿Cuáles son los síntomas?
La angina de pecho es generalmente un síntoma de EAC. Las personas que sufren de angina tienen una mayor probabilidad de sufrir un ataque cardíaco que aquellas que no tienen síntomas de EAC.

La angina suele comenzar en el centro del pecho, pero el dolor puede extenderse al brazo izquierdo, al cuello o a la mandíbula. Es posible sufrir entumecimiento o pérdida de sensibilidad en los brazos, hombros o muñecas. Los episodios generalmente duran sólo unos minutos. Si el dolor dura más de unos minutos, podría tratarse de una repentina obstrucción total de una arteria coronaria o de un ataque cardíaco.

Existen distintos tipos de angina. Los pacientes con angina estable generalmente saben el nivel de actividad o estrés que les provoca un ataque. Además, los pacientes deben observar cuánto tiempo duran los ataques, si son diferentes de ataques anteriores y si se alivian con medicamentos.
A veces se producen cambios en los ataques: sobrevienen con mayor frecuencia, duran más tiempo o se producen cuando la persona no ha hecho ejercicio. Un cambio en la modalidad de los ataques podría significar que el paciente sufre de lo que se denomina angina inestable, en cuyo caso es importante consultar al médico lo antes posible.
Los pacientes que sienten un dolor nuevo, peor o constante en el pecho tienen un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco, una irregularidad de los latidos (arritmia) e incluso una muerte súbita.

Otros tipos de angina
La angina variante o angina de Prinzmetal es un tipo de angina poco común causada por lo que se denomina «espasmo coronario» (vasoespasmo). El espasmo estrecha momentáneamente la arteria coronaria impidiendo que el corazón reciba suficiente sangre. Puede producirse en pacientes que tienen además una acumulación significativa de placa grasa (aterosclerosis) en por lo menos un vaso sanguíneo importante.
A diferencia de la angina típica, la angina variante generalmente aparece en momentos de reposo. Estos ataques pueden ser muy dolorosos y suelen sobrevenir principalmente entre la medianoche y las 8 de la mañana. A menudo se producen cada día a la misma hora.

La angina microvascular es un tipo de angina en que los pacientes sienten dolor en el pecho pero no parecen tener ninguna obstrucción en las arterias coronarias. Sienten dolor en el pecho porque los pequeños vasos sanguíneos que alimentan el corazón, los brazos y las piernas no funcionan de manera normal. Los pacientes suelen sobrellevar bien este tipo de angina y tienen en general muy pocos efectos secundarios a largo plazo.

¿Cómo se diagnostica la angina?
Los médicos generalmente pueden determinar si un paciente sufre de angina basándose en los síntomas que éste describe y sus características. Pueden realizarse estudios tales como radiografías, un electrocardiograma (ECG) de esfuerzo, una prueba de esfuerzo con isótopos y una angiografía coronaria.

La angina variante puede diagnosticarse usando un monitor Holter. Los estudios Holter permiten obtener una lectura continua de la frecuencia y el ritmo cardíaco durante un espacio de 24 horas o más.
El paciente lleva puesto un dispositivo de grabación (el monitor Holter), que se conecta a pequeños discos de metal denominados «electrodos», los cuales se colocan sobre el pecho. Con ciertos tipos de monitores, el paciente puede oprimir un botón de grabación para captar el ritmo cardíaco al momento de sentir los síntomas de angina.

¿Cómo se trata la angina?
Los medicamentos y los cambios en el estilo de vida son los medios más comúnmente utilizados para controlar la angina. En los casos más graves, podría ser necesario realizar un procedimiento denominado «revascularización».

Cambios en el estilo de vida
Aunque la angina puede ser provocada por el ejercicio físico, esto no significa que el paciente deba dejar de hacer ejercicio, sino que debe seguir un programa de ejercicios aprobado por el médico. Deben controlarse los factores de riesgo de EAC (típicamente la aterosclerosis), entre ellos la hipertensión arterial, el consumo de cigarrillos, los niveles elevados de colesterol y el exceso de peso. Si el paciente come alimentos sanos, no fuma, limita su consumo de alcohol y evita el estrés, podrá vivir más cómodamente y sufrir ataques de angina con menor frecuencia.

Medicamentos
Ciertos medicamentos pueden ayudar a prevenir o aliviar los síntomas de angina. El medicamento más conocido para la angina de pecho es la nitroglicerina que, al abrir (o dilatar) los vasos sanguíneos, mejora el flujo de sangre y hace posible que llegue al músculo cardíaco más sangre rica en oxígeno.
La nitroglicerina actúa en cuestión de segundos. En general, se indica a los pacientes que se sienten o acuesten en cuanto sufran un ataque y luego tomen su nitroglicerina. Si una actividad tal como subir las escaleras provoca una angina, el paciente puede tomar la nitroglicerina antes de realizar la actividad, para evitar un ataque.

Otros medicamentos utilizados para controlar la angina típica y la angina microvascular son los betabloqueantes y los bloqueantes cálcicos. Estos medicamentos reducen la demanda de oxígeno por parte del corazón al reducir la frecuencia cardíaca o la presión arterial. También reducen las probabilidades de que el paciente sufra de una irregularidad en los latidos del corazón (arritmia). Los bloqueantes cálcicos y los nitratos también pueden utilizarse para evitar los espasmos que originan la angina variante.

Para los pacientes que sufren de angina inestable, los médicos normalmente indican reposo en cama y algún tipo de diluyente de la sangre, tal como la heparina.

Cirugía e intervenciones transcatéter
Si una angina típica o una angina variante es ocasionada por una EAC grave, posiblemente sea necesario realizar un procedimiento de revascularización para mejorar el suministro de sangre al corazón. La revascularización puede realizarse mediante una intervención transcatéter o una cirugía de bypass.

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