Si se elevara en un 50 por ciento el impuesto al tabaco se salvarían entre 1,023 y 2,300 vidas cada año en Perú y se ahorrarían 103 millones de dólares destinados al tratamiento de enfermedades derivadas de su consumo, informó hoy Carlos Farías, presidente de la Comisión de Lucha Antitabáquica (Colat).
Citando cifras de un estudio realizado por la universidad Cayetano Heredia, Farías resaltó en el programa Al Quinto Día del Canal Online de Andina, la importancia de implementar en el país una política de impuestos al tabaco para enfrentar esta problemática.
"Es necesario desarrollar medidas al respecto, porque el país pierde alrededor de 823 millones de dólares al año en el tratamiento de los males derivados del consumo del tabaco, en comparación con los 110 millones de dólares que ingresan por impuestos de tabaco. La diferencia es abismal", precisó.
Agregó que, como país, "estamos perdiendo dinero con una industria que mata a muchos peruanos". Mencionó además que 16,000 peruanos fallecen al año debido a males relacionados con el tabaco, de los cuales 44 mueren diariamente.
Por otro lado, el director ejecutivo de Promoción de Vida Sana del Ministerio de Salud, Roger Torres, estimó que el costo de este tipo de enfermedades –tanto para las familias como para el Estado– equivale al 4 por ciento del Producto Bruto Interno.
"Esto no es poco, sobre todo cuando comparamos que esta cifra es igual al presupuesto destinado al sector Salud de hace 15 años, lo que nos hace tener una idea del gran impacto negativo del consumo de tabaco", afirmó.
Por último, sostuvo que el rol del Estado es proteger a toda la población y, en el caso del tabaquismo, es necesario un mayor énfasis ya que no solo se pone en riesgo a la persona que fuma, sino a todos los que están a su alrededor.
"Es una responsabilidad compartida entre el Estado, la sociedad y las familias. Apostamos por una sociedad que acude a buscar información en los diferentes centros de salud y es consciente del peligro del tabaco", refirió.
Las declaraciones de los especialistas se dieron ante la cercanía del Día Mundial del No Fumador, a celebrarse el 31 de mayo. Esta fecha fue instituida en 1989 por la Asamblea Mundial de la Salud, a fin de alentar a los fumadores a dejar esta actividad y para incrementar el conocimiento del público sobre el impacto negativo del tabaco en la salud. Fuente: ANDINA
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